Hacienda lanza otra campaña contra el alquiler en negro de viviendas en Málaga

Hacienda lanza otra campaña contra el alquiler en negro de viviendas

El Ministerio de Hacienda vuelve a la carga para destapar alquileres de pisos no declarados. Técnicos de la Agencia Tributaria ha comenzado a peinar Málaga en una nueva campaña para descubrir «alquileres sumergidos», tanto de viviendas como de locales de negocios, y así engordar la cuenta de ingresos de las arcas públicas. Para ello, Hacienda cruza la información obtenida en la declaración de la renta con los datos de consumo de energía eléctrica y con la información disponible en el catastro. De esta forma, en una vivienda declarada como segunda residencia, si la factura de la luz es abultada salta la alerta de que ese piso puede estar alquilado sin que el propietario pague los correspondientes impuestos por esas rentas.

En la provincia de Málaga se calcula que el 75% de los 65.000 alquileres que se realizan cada año no se declara a Hacienda, un dato que ha ido creciendo con la crisis económica. La falta de consumo y el retroceso de la demanda habitual, entendiendo por ésta a inquilinos de larga temporada, ha llevado a muchos propietarios a buscar nuevas fuentes de ingresos en el turismo. Pisos e incluso habitaciones que se ofrecen en páginas web para estancias cortas y en muchos casos sin contrato. Un negocio que se ha multiplicado y que preocupa al lobby turístico por el perjuicio para la imagen de Málaga, pero también por la competencia desleal que supone para los empresarios.

El secretario general del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, confirmó que esta campaña de control ya se ha iniciado también en otras comunidades, y que si se cumplen las previsiones, en el mes de abril se tendrán los primeros resultados. Por entonces, Hacienda ya tendrá una relación de inmuebles sospechosos de incurrir en alquiler sumergido. Claro que primero se deben depurar algunos datos, como que la propiedad de una vivienda está a nombre de los padres, que ya tienen una vivienda principal, pero que la segunda esté ocupada por sus hijos.O que,como relata Mollinedo, que esta segunda residencia la habiten durante los fines de semana y que ese sea el motivo de un consumo energético continuado.

Este control es posible porque Hacienda exige desde el año 2010 que las compañías eléctricas faciliten la información sobre los consumos de todas las viviendas, así como de los titulares de los recibos. Este cruce de datos entre la factura de la luz y referencia catastral de la vivienda que los contribuyentes deben incluir en la declaración de la renta motivó que en 2012 –último año del que se tienen estadísticas– Hacienda iniciara 4.800 actuaciones de investigación en España por sospechas de que esos pisos estaban siendo ocupados en régimen de alquiler sin que los caseros informaran de ello ni, por supuesto, pagaran los impuestos correspondientes.

En todo caso, las irregularidades fiscales destapadas son muy escasas en relación al volumen global de alquileres sin declarar que se presume que hay en toda España, que deja un agujero económico a las arcas del Estado superior a los 3.000 millones de euros.

Según los últimos datos facilitados por Gestha, Málaga es la provincia andaluza con mayor número de viviendas alquiladas de manera fraudulenta. El total, de 48.036, supera en casi 3.000 a Sevilla, a pesar de la diferencia demográfica. Consecuentemente Málaga también es la que más defrauda –100,9 millones frente a los 95,2 de Sevilla–.
Para tratar de frenar este fraude el Gobierno aprobó en junio la Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Viviendas, que reforma la Ley de Arrendamientos Urbanos, que flexibiliza la relación entre las partes, pudiendo alcanzar pactos libremente, dentro de lo razonable, que prevalecerán por encima de cualquier papel suscrito.