Alternativas a la compra y alquiler de vivienda
Mar Feb 04, 2014 12:46 pm
No todo es compra o alquiler
¿Hay fórmulas para habitar una casa más allá del alquiler tradicional o la compra de la vivienda? Las hay. Y no se trata precisamente de la patada en la puerta y la ocupación de una vivienda por las buenas. Distintas administraciones, tanto regionales, locales, como estatales, impulsan o experimentan sistemas alternativos a la compra y el tradicional arrendamiento, que permiten facilitar el acceso a la vivienda en tiempos en los que los alquileres siguen siendo altos y el acceso al crédito es una quimera.
En Cataluña, por ejemplo, existe la experiencia de la masovería urbana, que permite a un inquilino vivir de forma gratuita en una casa si a cambio se ocupa de reformarla. En Reino Unido, Australia y Escocia, en cambio, se impulsan programas de propiedad compartida. Estas y otras experiencias forman parte de un reciente informe del Observatorio Vasco de la Vivienda, que pone de manifiesto que 'hay vida' más allá del alquiler tradicional y la compra en propiedad.
En Euskadi, también ha llegado el momento de innovar. En pocos meses, el Gobierno Vasco pondrá en marcha una fórmula novedosa. Si bien se basa en el alquiler, se trata de ofrecer la oportunidad de compartir piso en un arrendamiento protegido a precios de alquiler social. Asimismo, ya funciona el sistema de arrendamiento con opción de compra en VPO (hasta ahora se limitada a la oferta privada).
Cataluña | Masovería urbana
Vivir de inquilino de forma gratuita a cambio de reformar la casa
Esta fórmula une el interés de un propietario que quiere reformar una casa con el de una persona que no tiene vivienda, no puede pagar un alquiler, pero sí tiene capacidad de rehabilitar la casa. La masovería urbana se reguló en Cataluña por ley 18/2007. Consiste en ceder el uso de pisos vacíos y degradados, de forma gratuita o con un alquiler simbólico, a familias que pueden rehabilitarlos. En realidad, esta fórmula se trata de una adaptación al mundo urbano del tradicional contrato catalán de masovería rústica. Vale recordar en este punto que, según la RAE, el masovero es aquel «labrador que, viviendo en masía ajena, cultiva las tierras anejas a cambio de una retribución o de una parte de los frutos».
El funcionamiento de la masovería urbana está regulado en el plan sectorial de vivienda catalán. Es un convenio entre dos partes que firman un contrato. Entre los municipios de Cataluña, Lloret de Mar destaca por haber impulsado esta fórmula. Según explican en el Observatorio vasco, en el contrato, el inquilino se compromete a hacer las reformas que se han valorado previamente, a cambio de una reducción del precio del alquiler. En el caso de Lloret, se ofrece un depósito de hasta 1.400 euros a cada proyecto de reforma para asumir el coste del material para la rehabilitación. Asimismo, técnicos especializados realizan la gestión y la supervisión de las mejoras pactadas, así como el seguimiento periódico a la vivienda.
En San Cugat, el programa de masovería urbana se ha puesto en marcha este año. En este caso, el contrato entre el propietario y el inquilino tiene las mismas características que cualquier contrato de alquiler, con la única diferencia de que la contraprestación no es dinero, sino un trabajo de mantenimiento o rehabilitación. El contrato tendrá una duración mínima de 5 años prorrogables, en los que se especifican las tareas que el arrendatario tiene que ir acometiendo en la vivienda.
A la masovería urbana también ha llegado el 'crowdfunding' (microfinanciación a través de internet). Ejemplo de ello es la experiencia exitosa de la rehabilitación del chalet Mercedes, una casa modernista en el barrio de Can Baró. Un grupo de jóvenes ha llegado a un acuerdo con la propietaria para reformar la casa y, a cambio, poder vivir allí durante al menos cinco años.
Reino Unido | Propiedad compartida
Compartir la propiedad para facilitar el acceso a la vivienda
En Inglaterra hay cerca de 100.000 viviendas en régimen de propiedad compartida. Existen distintos programas gubernamentales que ofrecen ayudas para acceder a este fórmula. En todos ellos, el comprador comparte la propiedad de la vivienda con el Gobierno y, en algunas ocasiones, con el constructor. En todos los supuestos se destinan a personas con ingresos inferiores a 60.000 libras anuales.
En uno de esos programas, el comprador paga al menos el 80% del valor de la viviendas, mientras que el resto es sufragado por el Gobierno y el constructor a través de un préstamos de capital. En la práctica, la persona que lo compra es la propietaria, por lo que puede venderla cuando quiera. Eso sí, cuando lo haga, deberá pagar ese 20% al Gobierno o al comprador. Además, si pasados 25 años no la ha vendido, también deberá pagar ese dinero al Gobierno. En cualquier caso, el propietario principal puede anticipar parte de esa deuda, con lo que su cuota de propiedad crecería.
En otro programa, el comprador adquiere entre el 25% y el 75% de la propiedad de la casa y paga a la Administración un alquiler por el resto. En este caso, el comprador también puede adquirir con el tiempo mayor cuota de participación en la propiedad de su vivienda. Si la quiere vender, la Housing Association que gestiona el programa tiene el derecho de tanteo. También hay experiencias de propiedad compartida en Australia y Escocia.
Irlanda | Leasing a largo plazo
Capta viviendas libres para destinarlas al alquiler protegido
En Irlanda, el Gobierno se ocupa de captar viviendas del mercado privado para ponerlas en régimen de alquiler protegido. Lo hace a través de un programa llamado Long Term Leasing (leasing a largo plazo). Para ello, negocia con los propietarios un contrato de leasing a medio-largo plazo, por un período mínimo de 10 años y un máximo de 20. El propietario recibe el 80% de las renta del mercado, si bien la mensualidad se revisa al alza o a la baja dependiendo de la coyuntura económica del momento.
Durante el período de vigencia, la Housing Association (Gobierno) es la responsable del mantenimiento interno de la vivienda, mientras que el cuidado de la estructura recae en manos del propietario.
Una vez terminado el contrato, la Housing Association devuelve la vivienda en buenas condiciones. Asimismo, existe la posibilidad de incluir en el arrendamiento una opción de compra.
¿Hay fórmulas para habitar una casa más allá del alquiler tradicional o la compra de la vivienda? Las hay. Y no se trata precisamente de la patada en la puerta y la ocupación de una vivienda por las buenas. Distintas administraciones, tanto regionales, locales, como estatales, impulsan o experimentan sistemas alternativos a la compra y el tradicional arrendamiento, que permiten facilitar el acceso a la vivienda en tiempos en los que los alquileres siguen siendo altos y el acceso al crédito es una quimera.
En Cataluña, por ejemplo, existe la experiencia de la masovería urbana, que permite a un inquilino vivir de forma gratuita en una casa si a cambio se ocupa de reformarla. En Reino Unido, Australia y Escocia, en cambio, se impulsan programas de propiedad compartida. Estas y otras experiencias forman parte de un reciente informe del Observatorio Vasco de la Vivienda, que pone de manifiesto que 'hay vida' más allá del alquiler tradicional y la compra en propiedad.
En Euskadi, también ha llegado el momento de innovar. En pocos meses, el Gobierno Vasco pondrá en marcha una fórmula novedosa. Si bien se basa en el alquiler, se trata de ofrecer la oportunidad de compartir piso en un arrendamiento protegido a precios de alquiler social. Asimismo, ya funciona el sistema de arrendamiento con opción de compra en VPO (hasta ahora se limitada a la oferta privada).
Cataluña | Masovería urbana
Vivir de inquilino de forma gratuita a cambio de reformar la casa
Esta fórmula une el interés de un propietario que quiere reformar una casa con el de una persona que no tiene vivienda, no puede pagar un alquiler, pero sí tiene capacidad de rehabilitar la casa. La masovería urbana se reguló en Cataluña por ley 18/2007. Consiste en ceder el uso de pisos vacíos y degradados, de forma gratuita o con un alquiler simbólico, a familias que pueden rehabilitarlos. En realidad, esta fórmula se trata de una adaptación al mundo urbano del tradicional contrato catalán de masovería rústica. Vale recordar en este punto que, según la RAE, el masovero es aquel «labrador que, viviendo en masía ajena, cultiva las tierras anejas a cambio de una retribución o de una parte de los frutos».
El funcionamiento de la masovería urbana está regulado en el plan sectorial de vivienda catalán. Es un convenio entre dos partes que firman un contrato. Entre los municipios de Cataluña, Lloret de Mar destaca por haber impulsado esta fórmula. Según explican en el Observatorio vasco, en el contrato, el inquilino se compromete a hacer las reformas que se han valorado previamente, a cambio de una reducción del precio del alquiler. En el caso de Lloret, se ofrece un depósito de hasta 1.400 euros a cada proyecto de reforma para asumir el coste del material para la rehabilitación. Asimismo, técnicos especializados realizan la gestión y la supervisión de las mejoras pactadas, así como el seguimiento periódico a la vivienda.
En San Cugat, el programa de masovería urbana se ha puesto en marcha este año. En este caso, el contrato entre el propietario y el inquilino tiene las mismas características que cualquier contrato de alquiler, con la única diferencia de que la contraprestación no es dinero, sino un trabajo de mantenimiento o rehabilitación. El contrato tendrá una duración mínima de 5 años prorrogables, en los que se especifican las tareas que el arrendatario tiene que ir acometiendo en la vivienda.
A la masovería urbana también ha llegado el 'crowdfunding' (microfinanciación a través de internet). Ejemplo de ello es la experiencia exitosa de la rehabilitación del chalet Mercedes, una casa modernista en el barrio de Can Baró. Un grupo de jóvenes ha llegado a un acuerdo con la propietaria para reformar la casa y, a cambio, poder vivir allí durante al menos cinco años.
Reino Unido | Propiedad compartida
Compartir la propiedad para facilitar el acceso a la vivienda
En Inglaterra hay cerca de 100.000 viviendas en régimen de propiedad compartida. Existen distintos programas gubernamentales que ofrecen ayudas para acceder a este fórmula. En todos ellos, el comprador comparte la propiedad de la vivienda con el Gobierno y, en algunas ocasiones, con el constructor. En todos los supuestos se destinan a personas con ingresos inferiores a 60.000 libras anuales.
En uno de esos programas, el comprador paga al menos el 80% del valor de la viviendas, mientras que el resto es sufragado por el Gobierno y el constructor a través de un préstamos de capital. En la práctica, la persona que lo compra es la propietaria, por lo que puede venderla cuando quiera. Eso sí, cuando lo haga, deberá pagar ese 20% al Gobierno o al comprador. Además, si pasados 25 años no la ha vendido, también deberá pagar ese dinero al Gobierno. En cualquier caso, el propietario principal puede anticipar parte de esa deuda, con lo que su cuota de propiedad crecería.
En otro programa, el comprador adquiere entre el 25% y el 75% de la propiedad de la casa y paga a la Administración un alquiler por el resto. En este caso, el comprador también puede adquirir con el tiempo mayor cuota de participación en la propiedad de su vivienda. Si la quiere vender, la Housing Association que gestiona el programa tiene el derecho de tanteo. También hay experiencias de propiedad compartida en Australia y Escocia.
Irlanda | Leasing a largo plazo
Capta viviendas libres para destinarlas al alquiler protegido
En Irlanda, el Gobierno se ocupa de captar viviendas del mercado privado para ponerlas en régimen de alquiler protegido. Lo hace a través de un programa llamado Long Term Leasing (leasing a largo plazo). Para ello, negocia con los propietarios un contrato de leasing a medio-largo plazo, por un período mínimo de 10 años y un máximo de 20. El propietario recibe el 80% de las renta del mercado, si bien la mensualidad se revisa al alza o a la baja dependiendo de la coyuntura económica del momento.
Durante el período de vigencia, la Housing Association (Gobierno) es la responsable del mantenimiento interno de la vivienda, mientras que el cuidado de la estructura recae en manos del propietario.
Una vez terminado el contrato, la Housing Association devuelve la vivienda en buenas condiciones. Asimismo, existe la posibilidad de incluir en el arrendamiento una opción de compra.
- dolaru100Noob
- Cantidad de envíos : 2
Nivel de experiencia en el foro : 2
Agradecimientos : 0
Fecha de inscripción : 10/02/2014
Re: Alternativas a la compra y alquiler de vivienda
Lun Feb 10, 2014 1:10 pm
[Editado]
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.